Nació para leer la web a ciegos y puede revolucionar Internet

29/07/2016

Nació para leer la web a ciegos y puede revolucionar Internet

Cuando Emanuel Vilte agudizó el ingenio para ayudar a su madre a vincularse con Internet nunca imaginó, o tal vez sí, dónde llegaría su idea. Una enfermedad estaba dejando sin visión a su madre y él buscó los caminos para que ella no se perdiera contacto con el mundo digital sin necesidad de las voces robóticas de las computadoras.

Así plantó la primer semilla de Linguoo, una aplicación que permite escuchar miles de artículos on line narrados por una comunidad global. Algo así como leer la web a través de los oídos.

Esta aplicación nació en Córdoba (Argentina) y rápidamente se extendió a 90 países en diferentes idiomas, ganado premios internacionales (Unesco, MIT, Google, FRIDA, entre otros). Precisamente el premio FRIDA obtenido hace dos años fue, en palabras de Vilte, lo que les permitió dar el gran salto ya que a partir de allí fueron “escuchados de otra manera” por la comunidad internacional.

¿En qué consiste Linguoo y cómo nace la idea?

Linguoo es una plataforma para escuchar artículos online narrados por una comunidad global. El proyecto nace cuando mi madre empezó a perder la visión por culpa de una maculopatía degenerativa. Entonces con un grupo de amigos desarrolladores empezamos a buscar apps para que ella pudiese escuchar la web, pero encontramos que todas las apps usaban text-to-speech, una tecnología que convierte textos a voces robóticas. Sin embargo, resultó que escuchar todos los días la web, con voces robóticas no era una experiencia agradable. Un día caminando por la ciudad de Córdoba, en una librería, encontré un grupo de personas que grababa libros para ciegos. Esa fue la semilla del proyecto. Porque quizás podíamos crear una comunidad global de lectores que narrasen la web para las personas con discapacidades visuales. Y lo hicimos, y empezamos a crecer en usuarios. En el camino nos encontramos con mil obstáculos y pese a todo fuimos avanzando. Hoy tenemos más de 30 mil usuarios registrados en nuestra plataforma y nos escuchan desde 90 países. Empezamos con cuatro narradores de Córdoba (Argentina) y hoy son casi 160 y de países como México, Estados Unidos, Dinamarca, Argentina, Uruguay, Paraguay, Arabia Saudita y más. Contamos con artículos en inglés y español y esperamos sumar chino pronto en razón de que queremos crear una plataforma para escuchar artículos en los idiomas más hablados por la población mundial.

¿Cómo funciona Linguoo?

Nuestra comunidad de lectores graba artículos desde cualquier lugar del mundo y de diferentes medios con los que hacemos alianzas. Los artículos se graban en mp3 y se suben a nuestra plataforma. Luego todos los oyentes puedan escuchar desde sus smartphones estos artículos segmentados por categorías. Los artículos se escuchan con una conexión a Internet o se pueden descargar para escucharlos en cualquier lugar. Y finalmente a través de algoritmos de recomendación personalizamos las experiencias de información de cada usuario.

¿Qué impacto ha tenido Linguoo desde su creación? ¿es una aplicación paga?

Hoy contamos con más de 8500 artículos y nos escuchan en 92 países, más de 30.000 usuarios. Aún es gratis para todo el mundo, pero en los próximos meses vamos a implementar un modelo Premium similar al de Spotify para poder seguir creciendo, mejorar la calidad de nuestros audios y para mantener el desarrollo constante de la plataforma. Hace dos meses obtuvimos un premio de la UNESCO, y el año pasado del MIT y de Google. También conseguimos el apoyo de Facebook, IBM y estamos cerrando una alianza con T-Mobile (Deutsche Telekomm) en Europa para distribuir Linguoo a través de sus millones de usuarios.

¿Por qué creen que resulta exitosa una app de inclusión social?

Porque resuelve un problema que aqueja a un grupo de gente, segregada y lo hace con el apoyo de comunidades. A veces soluciona problemas grandes, a veces chicos, pero este tipo de proyectos encuentra eco en la gente y toca a las personas que tienen familiares o amigos con sufrimientos similares. En nuestro caso, ayudamos al acceso a información de la web on demand, a través de narraciones humanas y llevamos las bibliotecas para ciegos a cualquier lugar poniéndolas en un smartphone. Uno con Linguoo puede escuchar artículos de los mejores medios y audiolibros en inglés y español y con una experiencia más humana que con text-to-speech. Y pronto vamos a tener narradores ciegos, ya que con la ayuda de ONGs en Mexico estamos creando un método para que personas ciegas puedan ser también narradores de Linguoo.

¿Las personas que narran las historias son voluntarias o contratadas?

Contamos con los dos modelos. La mayoría de nuestros narradores son voluntarios, pero también apoyamos económicamente a aquellas personas que nos ayudan más allá de la narración y son parte del equipo en cuanto a curadoría de contenidos, community management u otra tarea. Somos como Wikipedia, en el sentido de que entre todos creamos un Google hechos de audios y la mayoría somos voluntarios. Pero a veces necesitamos contratar servicios y gracias al apoyo de múltiples organizaciones podemos soportar algunos gastos en curadores, narradores y lectores full time.

En una reciente entrevista se consideró admirador de la antropóloga Amber Case que plantea que la tecnología debe ser menos robótica y más humana. ¿Ahí está la clave del éxito de Linguoo?

Creo que sí, el paradigma Calm Technology propuesto por Amber Case plantea lo que a nuestro entender es el futuro de las interfaces. Uno, en donde las interfaces son cada vez más humanas y uno interactúa con los dispositivos como si fueran otros seres humanos, a través de comandos de voz, a través del entorno y sin tener que tocar botones o navegar por pantallas. El futuro de las interfaces es el de múltiples dispositivos inteligentes y ubicuos aprendiendo de los usuarios a través de sensores y “escuchando”, para aprender continuamente sobre los usuarios y para proponer acciones antes de que el usuario lo necesite. Esto se ve cada vez más con tecnologías como Amazon Echo, Google Home, Siri y todas las IAs que están surgiendo para conquistar el próximo destino, las casas de las personas o los autos.

Luego también adherimos al principio de Human Computation, acuñado por Luis Von Ahn, el fundador de Duolingo, ya que creemos que el poder de las comunidades es más poderoso que el poder de cómputo, y a través del crowdsourcing se pueden lograr cosas que las computadoras no pueden. Captcha, por ejemplo ayudó a diferenciar humanos de bots, pero también hizo posible que una comunidad global digitalizara millones de libros antiguos imposibles de digitalizar con scanneres. Las personas reconocían las palabras en imágenes y entre todos digitalizaban millones de libros. En nuestro caso, nosotros estamos trabajando en una alianza con Yandex, el google ruso, para mejorar las speech tecnologies a través de IAs, que aprenden de las diferentes culturas, colores, entonaciones y voces de las personas, que crean los contenidos en español y en inglés de nuestra plataforma. Esta información “cruda” es procesada a través de machine learning y potentes IAs que extraen patrones y mejoran las tecnologías de reconocimiento de voz y de text-to-speech, para darles lo que les falta ahora, emociones.

Nuestra visión es la de ayudar a mejorar las tecnologías inclusivas, a través de una plataforma donde las personas sean parte de esta mejora continua y entre todos ayudar a crear comunidades  de información colaborativas, inteligentes, inclusivas y autorreguladas. Para mejorar el acceso a la información. Como lo hace Wikipedia.

¿Cuál ha sido su experiencia con FRIDA?

FRIDA nos ayudó muchísimo a crecer en LATAM. Gracias al apoyo de  FRIDA y LACNIC conseguimos nuestro primer capital semilla y luego ganamos premios del MIT y la UNESCO porque teníamos el aval de dos organismos inmensos en lo que hace a políticas de Internet.

¿Qué balance hacen de su participación en las convocatorias de FRIDA y en las actividades del IGF?

Creemos que FRIDA y el IGF nos dieron el reconocimiento internacional que hizo que fuéramos escuchados de otra manera. FRIDA y IGF resultaron megáfonos, y amplificaron nuestro mensaje, nos dieron credibilidad y nos ayudaron a encontrar un camino para llegar al mundo. Hoy estamos recibiendo el apoyo de otras organizaciones como la Unión Internacional de Telecomunicaciones en Ginebra, el Instituto Federal de Telecomunicaciones en Mexico, o la UNESCO.  Y entre todos, somos parte de este cambio, fruto de las economías colaborativas, con todos y para todos. Porque como decía (Eduardo) Galeano, mucha gente pequeña, en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas, podemos cambiar completamente al mundo. Para ello es necesario el empoderamiento de proyectos como FRIDA para llegar más lejos y no perecer en el intento.

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