¿Cómo operar redes con escaso IPv4 y sacar más provecho a IPv6?
07/06/2022
IPv6 ya no es una aspiración sino una herramienta viable que podemos usar para simplificar y mitigar el agotamiento de IPv4. No es la solución mágica, pero tiene una serie de ventajas en relación a IPv4.
Debemos ser conscientes que obtener direcciones IPv4 es cada vez más costoso y un camino plagado de problemas.
Mientras tanto IPv6 se presenta con una serie de ventajas, como permitir operar ciertos servicios y aliviar la carga del NAT, ante dificultades que se presentan con IPv4.
IPv6 también posibilita a los ISP (proveedores de servicios de Internet) implementar una política de peering con CDNs e IXPs de forma autónoma e independiente de terceros.
Vale recordar que todas las opciones que quedan para obtener IPv4 tienen desventajas. La lista de espera de LACNIC es larga, ahora mismo el tiempo de espera estimado es de al menos 4 años, las IP alquiladas vienen con desafíos legales y riesgos operativos y, finalmente la compra a través de una transferencia implica una erogación que puede llegar a los 50 dólares por IP. Por eso debemos pensar cuál es la manera más efectiva de aprovechar al máximo IPv6 y el poco IPv4 que podamos obtener.
Hoy podemos afirmar que IPv6 ya es una realidad en la región, con más del 30% de los usuarios de América Latina y el Caribe con capacidad de usar IPv6.
IPv4 e IPv6 son diferentes protocolos. A efectos prácticos una red dual stack se comporta como si fueran dos redes diferentes, donde los caminos que recorren los paquetes IPv4 y IPv6 pueden ser diferentes y esto hace que los escenarios de transición gradual sean desafiantes.
Contar a la vez con ambos protocolos nos permite una gran ventaja: los paquetes IPv4 e IPv6 no tienen por qué fluir por los mismos caminos de red.
Lo importante es intentar hacer el menor uso de NAT posible. En el momento de implementar NAT debemos balancear la necesidad de hacer el uso más eficiente de la numeración IPv4 (implementando NAT en el borde de mi red) con el problema de la escalabilidad de la solución (para lo que conviene alejar el NAT del borde y acercarlo al usuario).
¿Para qué cosas debemos seguir usando entonces IPv4?
La respuesta resulta sencilla: usarlo en los servicios donde sea más efectivo y reservarlo para lo imprescindible:
- servidores de infraestructura,
- servicios de hosting,
- clientes con necesidades específicas
Está claro que puedo conseguir IPv6 en pocos días, ya que hay gran disponibilidad de direcciones en LACNIC. Contar con esos recursos permite manejar nuestra política de enrutamiento y de peering, y además conlleva muchas ventajas para traer contenido y tráfico. El peering con IPv6 propio puede ser un alivio para el NAT, sobre todo si se logra establecer con las mayores fuentes de tráfico.
Los recursos propios nos permiten pasar a ser un adulto en el mundo de Internet y tomar nuestras propias decisiones.