SIVIPCAN: el software que ayuda a prevenir el cáncer
28/02/2018
La Fundación Movicancer, organización nicaragüense apoyada por el programa FRIDA de LACNIC en 2014, ha logrado trascender las fronteras de su país con su sistema SIVIPCAN, un software que colabora con la prevención del cáncer.
Por sus exitosos resultados, el programa ha sido seleccionado por la Red de Institutos e Instituciones Nacionales del Cáncer de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) para su implementación en al menos ocho países del Cono Sur y cuatro de Centroamérica. Los cancilleres de la UNASUR consideraron este programa nicaragüense como un sistema de información confiable para monitorear y evaluar la eficacia de los programas de prevención de cáncer. SIVIPCAN se adoptará para el control del cáncer cervical.
Orlando Martínez Granera, vice presidente de la Fundación Movicancer, consideró que se trata de un “desafío enorme” que necesita mucho apoyo y aseguró que, en base a la experiencia desarrollada, el programa tiene “la capacidad de implementar un sistema web para estandarizar la información en todos los países a beneficiar con este proyecto”.
¿Qué es el Sistema de Vigilancia para la Prevención del Cáncer de la Mujer (SIVIPCAN) y cómo surge la iniciativa?
Cada año en América Latina se diagnostican más de 83 mil mujeres con cáncer cervicouterino y cerca de 35.700 fallecen por esta causa.
Todas estas muertes se pueden prevenir y curar a bajo costo para los servicios de salud, aún en aquellos con limitados recursos.
¿Cuál es la causa, entonces, de que todavía muchas mujeres pierdan la batalla contra este cáncer? Entre algunas, está en la forma en cómo los sistemas de salud trabajan para asegurar que sus programas locales sean eficaces y eficientes.
En este sentido, Movicancer Nicaragua comenzó en el año 2007 un programa ambicioso que incorpora dos estrategias innovadoras. Primero, desarrollar un modelo que permitiera recopilar información de la calidad necesaria para asegurar la identificación y monitoreo de las mujeres afectadas. Esta herramienta permitiría evaluar rápidamente si un programa nacional, regional o local de prevención del cáncer cervicouteirno resultaba adecuado, contribuyendo a identificar y corregir la intervención defectuosa. Como resultado se diseñó un software especializado que se bautizó como SIVIPCAN®, Sistema de Vigilancia para la Prevención del Cáncer en la Mujer.
Este Software recolecta la información básica de tamizaje, diagnóstico temprano y tratamiento de cada mujer que recibe servicios, según su estatus en el camino a la curación.
En segundo lugar, se diseñó un programa de capacitación para los médicos y enfermeras que emplearan SIVIPCAN a fin de entrenarlos sobre cómo monitorear y evaluar sus propios programas, interpretar los resultados y asegurar que toda mujer identificada recibiera su tratamiento completo.
¿El programa ha permitido mejorar la forma de gestionar el control del cáncer? ¿Hay evidencias de que la utilización de la herramienta ha permitido reducir los niveles de la enfermedad?
Cuando comenzamos la intervención, el Ministerio de Salud nos dio la oportunidad de trabajar gradualmente este nuevo modelo de gestión y organización del programa. La American Cancer Society y la Organización Panamericana de la Salud aportaron los fondos para asegurar que esta iniciativa se implementara gradualmente en todo el país. Para el año 2012 entrenamos a más de 250 médicos, enfermeras y otros técnicos en todo el país.
Aunque en los primeros 5 años (2007-2012) se incrementó la detección de nuevos casos, a partir del año 2012 comenzamos a ver los frutos de mucho esfuerzo. Tan solo en el periodo 2012-2016 la incidencia de este tipo de cáncer se ha reducido en más del 24% y la Tasa Estandarizada de Mortalidad ha pasado del 26.1 a 14 x 100 mil mujeres.
¿Han logrado ampliar la plataforma y que se utilice en todas las regiones del país?
SIVIPCAN® ya está implementado en todo Nicaragua y dependiendo de las capacidades regionales de acceso a Internet o Intranet, el uso está organizado para trabajar de forma centralizada (Intranet) o descentralizada (Internet).
¿Cuál ha sido la experiencia del programa a partir del apoyo obtenido de FRIDA en 2014 cuando plantearon la aceleración y expansión del SIVIPCAN?
El apoyo de FRIDA llegó en un momento crítico de nuestra experiencia, pues hasta esa fecha solo contábamos con tres versiones mejoradas del SIVIPCAN® pero todas para uso de escritorio.
Poner al SIVIPCAN® en web era un sueño, y FRIDA permitió hacerlo realidad. A partir de la intervención de FRIDA, todo el país comenzó a contar con la posibilidad de disponer de esta tecnología a nivel local.
SIVIPCAN ha sido seleccionado para su implementación en al menos ocho países del Cono Sur y cuatro países de Centroamérica. ¿Cómo han recibido la noticia?
Nos sentimos muy honrados que la Red de Institutos e Instituciones Nacionales del Cáncer (RINC-UNASUR) valorara este esfuerzo y estuviera dispuesta a adoptar una versión genérica de este Software basado en nuestra experiencia. Desarrollar esta experiencia nos tomó más de 10 años, y ahora por primera vez América Latina puede contar con un Sistema de Información Regional para el Control del Cáncer Cervicouterino.
¿Cuáles son los pasos para su implementación a nivel regional? ¿Por qué países piensan comenzar?
Estamos planificando hacer un pilotaje en uno o dos países. Surinam ya se ha postulado para ser seleccionado como país piloto; también, estamos valorando la posibilidad de trabajar en Guatemala o en el Ecuador.
¿Han logrado socios que quieran apoyarlos en el desarrollo e implementación de la versión genérica del SIVIPCAN en Internet?
En este momento estamos en la búsqueda de nuevos socios. Desarrollar esta experiencia costará entre $300,000 a $500,000 dólares en un periodo de 4 años.
Consideramos que será necesario trabajar este proyecto por fases, a fin de ir asegurando los recursos en la medida que avancemos en el desarrollo de esta nueva experiencia que salvará muchas vidas; pero que además apuesta por unificar los esfuerzos nacionales para cumplir con los compromisos asumidos en la 55° reunión de la Organización Mundial de la Salud de reducir en un 25% la mortalidad por cáncer en el año 2025 y en un 33% para el año 2030, en base a la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de las Naciones Unidas.