Los IXPs en América Latina y Caribe: del intercambio de tráfico a compartir conocimientos
28/11/2014
El usuario final de Internet desea tener una experiencia de uso positiva, con la menor latencia y costo posible, y los IXP cumplen un rol fundamental para ello
Por Alejandro Prince y Lucas Jolías*
Para que Internet funcione eficientemente como una “red de redes” es necesario contar con una estructura de Puntos de Intercambio (IXP) que permita interconectar el tráfico que circula por las redes de distintos proveedores (ISP). De este modo, un IXP funcionaría del mismo modo que un aeropuerto al interior de un país, donde las distintas compañías aéreas intercambian pasajeros en vez de hacerlo en aeropuertos del exterior. Al igual que un turista desea llegar a destino con la menor congestión posible, el usuario final de Internet desea tener una experiencia de uso positiva, con la menor latencia y costo posible, y los IXP cumplen un rol fundamental para ello. Los Puntos de Intercambio de Tráfico permiten que la información se enrute localmente, reduciendo distancias innecesarias hacia equipos en el exterior. Al conducirse dentro del mismo territorio, la velocidad de Internet aumenta y mejora la calidad del servicio.
A nivel mundial existen 448 IXPs según IXP Toolkit, un proyecto de Internet Society que busca mapear todos los puntos de intercambio a nivel global. En América Latina y Caribe una primera oleada de IXP comenzaron a funcionar en la segunda mitad de la década de los ´90, encabezados por Panamá, Argentina, Ecuador, Perú, Chile y Brasil, acompañando una lenta y dispar liberalización de las telecomunicaciones. En los últimos años nuevos IXP se han instalado en países como México, Costa Rica, Bolivia, Haití y Curaçao. A pedido de Internet Society, Prince Consulting ha realizado durante 2014 un estudio sobre los impactos económicos, sociales y organizacionales de los IXP de nueve países de América Latina y Caribe, destacando las buenas prácticas, las características históricas de cada IXP, así como los beneficios que han generado.
En lo que respecta a las características organizacionales de cada IXP, los modelos son variados. Por un lado existen Cámaras o Asociaciones empresariales sin fines de lucro y neutrales encargadas de la gestión de los IXP, como son el caso de Argentina, Perú, Panamá, Ecuador o Haití; por otra parte son Universidades o centros académicos los encargados de su gestión y administración, como en el caso de México o Costa Rica; y por último existen Puntos de Intercambio de empresas privadas del sector como en Brasil, Chile o Curaçao, o es el mismo Estado quién tiene una injerencia relevante, como el caso de Bolivia. Como puede observarse, no hay un único modelo exitoso, sino que cada IXP depende en gran medida de las características históricas del mercado de las telecomunicaciones de cada país, de la evolución de su marco regulatorio, de los actores involucrados y sus intereses, así como de la existencia de “campeones” o líderes que lleven adelante dichas iniciativas.
La implementación de IXPs posee diversos beneficios e impactos, directos así como también indirectos. La amplitud y la intensidad de estos impactos varía según se considere el corto, el mediano o el largo plazo. A grandes rasgos, los impactos de los IXPs pueden ser divididos en tres grupos: de conectividad y calidad, económico-comerciales y cognitivo-organizacionales. Es evidente que el conservar el tráfico local reduce la latencia y aumenta la velocidad, mejorando la experiencia del usuario. Estos efectos son potenciados fuertemente cuanto mayor es el alojamiento local de los CDNs, siendo asimismo el mayor incentivo para que estos lo hagan. Además, el funcionamiento de los IXP fomenta el desarrollo de contenido nacional, lo que a su vez colabora con la reducción del tráfico internacional, la reducción de costos del sistema y la mejora del tráfico. Un mayor backup governance completa el cuadro de beneficios de calidad emergentes de una mejor gestión del tráfico. La interconectividad y redundancia de este formato de intercambio de tráfico compartido, puede permitir ante situaciones de emergencia o catástrofes una eficaz disponibilidad de las redes, tal el caso del IXP de Haití durante el terremoto del año 2010.
Desde la dimensión económica, el modelo de intercambio compartido reduce los costos operativos y de mantenimiento de modo directo y a corto plazo, mientras que a largo plazo se genera un la reducción del tráfico internacional. Como reflejo de estos dos beneficios, los costos y barreras de ingreso a nuevos actores y servicios son más bajos, el precio al usuario final se reduce, mientras mejora la calidad del servicio. Claramente, lo antedicho constituye un elemento central en el aumento de la inclusión digital. En los casos en los que el administrador del IXP sea una organización sin fines de lucro y/o exenta de impuestos, el impacto en la baja de costos es mucho mayor y equitativo.
La totalidad de los entrevistados en el estudio (responsables de los IXP de la región), confirmó los impactos técnicos y económicos de corto y mediano plazo. Aquellos IXP con una mayor trayectoria y desarrollo valoraron los beneficios de largo plazo derivados de la mera asociatividad. Aunque intangibles y emergentes, el trabajar colaborativamente compartiendo costos, recursos y gestión, desarrolla un conjunto de habilidades y conocimientos difíciles de adquirir individualmente. La cooperación entre competidores (coopetencia), no sólo facilita desde un inicio acuerdos de filtrado de spam, de peering y otros, sino que perfecciona y transparentiza al mismo ecosistema de internet. De compartir costos y equipos a compartir conocimientos y resolución de problemas, constituye al IXP y sus participantes en una comunidad de práctica que evoluciona adaptativamente en el tiempo. La dinámica y el equilibrio del ecosistema de internet, con sus cambios regulatorios, su veloz crecimiento y la imprevisible disrupción tecnológica, requieren de nuevas formas organizacionales de resolución de conflictos más inteligentes y eficaces.
En tiempos donde la neutralidad así como la libertad de expresión son temas centrales de la gobernanza y del futuro de internet, consideramos que el modelo asociativo de IXP promueve una mayor equidad y una neutralidad de facto.
*Directores de Prince Consulting