De IPv5 a IPv6: un salto que cambió Internet

17/11/2025

De IPv5 a IPv6: un salto que cambió Internet
Fuente: Shutterstock

Por César Díaz, Líder de Asuntos de Telecomunicaciones

En el mes de julio tuve el privilegio de participar en el IETF 123 en Madrid (Internet Engineering Task Force), foro donde, a lo largo de la historia, han nacido muchos de los protocolos que sostienen el Internet que usamos cada día. Para mí y para cualquier ingeniero es fascinante estar en el lugar donde se definen los protocolos que hacen que la red mundial funcione como la conocemos hoy.

En una pausa del foro, conversaba con Carlos Martínez, nuestro CTO de LACNIC, sobre lo increíble que habría sido presenciar las discusiones originales que dieron forma a IPv6. Carlos me compartió anécdotas que pocos fuera del mundo del IETF conocen: hubo varias propuestas compitiendo por ser “la próxima generación de IP” y, tras un intenso trabajo colaborativo, el IETF eligió la que hoy conocemos como IPv6. Aquella charla encendió mi curiosidad y me llevó a investigar cómo fueron esas propuestas… y, sobre todo, qué pasó con el misterioso IPv5.

IPv5: el protocolo fantasma

A finales de los 70 y durante los 80, el auge de las redes de computadoras planteó un reto inédito: ¿cómo transmitir voz y video en tiempo real a través de la infraestructura de Internet? IPv4 cumplía bien su papel para datos y archivos, pero no estaba diseñado para aplicaciones que requerían baja latencia y transmisión continua.

Para resolverlo, un grupo de investigadores de ARPA (la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de EE. UU.) y otras instituciones desarrolló el Internet Stream Protocol. La primera versión, conocida como ST, evolucionó a ST-II y recibió oficialmente el número de versión 5 en el encabezado IP. Así nació IPv5 (IEN 119, RFC 1190, RFC 1819).

Este protocolo experimental introdujo ideas avanzadas para su tiempo:

  • Soporte para multimedia y transmisión en tiempo real.
  • Primeros conceptos de reserva de recursos para garantizar calidad de servicio.
  • Encabezados más flexibles que los de IPv4.

Sin embargo, la práctica no cumplió la promesa:

(Acceso libre, no requiere suscripción)

  • No fue diseñado para reemplazar a IPv4, sino para coexistir en entornos específicos.
  • No resolvía el inminente agotamiento de direcciones.
  • Tenía limitaciones de escalabilidad.
  • Su complejidad técnica dificultaba la adopción fuera de entornos piloto.

IPv5 nunca se desplegó en la Internet pública. Quedó relegado a laboratorios, entornos académicos y pruebas experimentales, ganándose con el tiempo el apodo de protocolo fantasma. Pero su legado no desapareció del todo: sentó las bases de tecnologías de voz sobre IP (VoIP), que hoy utilizamos a diario para comunicarnos en casi todo el mundo. En cierta forma, el “fantasma de IPv5” aún nos acompaña.

El momento decisivo: el agotamiento de IPv4

A principios de los años 90, Internet crecía de forma exponencial. Los ingenieros sabían que las direcciones de 32 bits de IPv4 se agotarían mucho antes de lo previsto, que el enrutamiento se estaba volviendo insostenible y que las nuevas aplicaciones exigían mayor seguridad y calidad de servicio. Era evidente: 4.300 millones de direcciones IPv4 no serían suficientes para sostener el futuro de la red.

En 1991, la IETF tomó acción y creó el grupo de trabajo IP Next Generation (IPng), con la misión de diseñar un protocolo que no sólo reemplazaría a IPv4, sino que garantizaría el crecimiento de Internet durante las próximas décadas. Lo que siguió fue una verdadera carrera tecnológica: entre 1992 y 1994, varias propuestas compitieron por el título de sucesor legítimo de IPv4, cada una con un enfoque distinto para enfrentar los retos de escalabilidad, interoperabilidad y rendimiento que imponía la red del futuro.

Las opiniones expresadas por los autores de este blog son propias y no necesariamente reflejan las opiniones de LACNIC.

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Jordi Palet Martinez
12 days ago

Hola César,

Muy buen resumen!

Quizás no es muy conocido, la “p” de PIP, proviene del nombre del autor (Paul Francis), que quiso dejar su “firma” en el nombre del protocolo.

En plan de broma, porque yo así lo he considerado, se podría citar también el intento de China de su propio “IP”, el IPv9, que obviamente no tuvo avance alguno. Mucho menos avance tuvo IPv10.

El siguiente, si IPv6 se agota, cosa que siempre he dicho que no lo creería, sería IPv8. Sin embargo creo que el problema no vendrá por la escasez de direcciones, sino por problemas de crecimiento de Internet que creo que serán muchos mas difíciles de resolver. ¡Todo un reto!

Salvador Bertenbreiter
12 days ago

Muy interesante esta entrada de blog, gracias y felicitaciones Cesar Diaz.

Carmen Yanette Ortiz
11 days ago

Hola César, te envío mi saludo desde Colombia.
Muy interesante. Gracias por compartir esas anécdotas con nosotros.

Mauricio Rodríguez
5 days ago

FELICIDADES por el artículo, históricamente muy educativo. Magistral.
Siempre he esperado que se responda la pregunta mas incómoda para quienes tienen en sus manos la posibilidad de decidir, y lamentablemente aún nadie se atreve a responderla, nadie se atreve a empujar la decisión porque no es que se puedan quitar las IPv4, tiene que ser una decisión con voluntad pública-privada (más de esta última parte porque es más del 90% del mercado actual): ¿Cuándo IPv6 tendrá su fecha de corte real para convertirse en el estándar mundial? Se estima que será antes de 2035, pero ¿se tendrán las condiciones generales para que sea así?
La realidad es que es muy poco aceptado, ¿40% actualmente?, quitando a Francia, India y Malasia, nadie le da la importancia que tiene, no hay equipos de red accesibles económicamente para el cambio, ¿Fecha real de corte en el horizonte? Ninguna.

Last edited 5 days ago by Mauricio Rodríguez