Participar en los IXP: estrategias y crecimiento en el ecosistema de Internet
07/10/2025
Escrito por Flavio Luciani, CTO de Namex
Los puntos de intercambio de Internet (IXP) cumplen un rol esencial en la Internet de hoy en día al potenciar la eficiencia, resiliencia y sostenibilidad de la conectividad global. No son simples nodos técnicos, los IXP son plataformas colaborativas donde los operadores de redes convergen para intercambiar tráfico de forma local. Esto mejora el desempeño del servicio y disminuye la latencia y los costos de tránsito significativamente. Aun así, el valor real de un IXP va más allá de su infraestructura tecnológica: se trata de un equilibrio delicado entre partes interesadas que compiten entre sí, alineamientos estratégicos y relaciones humanas. El éxito o fracaso de un IXP depende de lo bien que se entienda, cultive y mantenga dicho equilibrio.
Si bien los IXP son de naturaleza fundamentalmente tecnológica, su eficacia no depende únicamente de sus capacidades de enrutamiento a través de plataformas de peering o PNI, sino también de su habilidad para captar y retener a las redes participantes. Cada operador debe percibir beneficios claros y tangibles al unirse a una infraestructura compartida. En este contexto, la neutralidad del IXP es fundamental, ya que fomenta la confianza y equilibra el terreno de juego para todos los operadores de manera que puedan interconectarse en igualdad de condiciones, sin importar su tamaño o influencia en el mercado. Esta igualdad que se percibe es crucial para atraer y sostener la participación de los distintos actores.
Inaugurar y crecer un IXP en determinada área geográfica es un proceso con muchos matices y a menudo desafiante que requiere visión, persistencia, y, sobre todo, el desarrollo de confianza. El objetivo es crear un entorno estable donde todos los tipos de operadores, desde pequeños ISP locales hasta los grandes carriers internacionales, puedan apreciar el valor de participar. Llegar a este equilibrio no está garantizado ni es fácil, depende de alcanzar una masa crítica de participantes y de gestionar un equilibrio de intereses bien calibrado.
Un ISP pequeño, por ejemplo, podría beneficiarse de un mayor acceso a contenido popular, de tránsito nacional o internacional asequible o de una arquitectura de red simplificada a través de un único punto de interconexión. Al mismo tiempo, los proveedores y transmisores de contenido y las CDN pueden ofrecer su contenido directamente a los usuarios desde un lugar más cercano, en particular en regiones desatendidas, además de optimizar su desempeño y reducir costos. Los carriers y proveedores de tránsito pueden expandir sus mercados al ofrecer servicios de conectividad a los peers. Cada participante cumple un rol en un amplio ecosistema de beneficio mutuo.
Hoy en día hay más de 1200 puntos de intercambio de Internet funcionando en todo el mundo, según PeeringDB y otras fuentes del sector. Esta presencia extendida destaca cómo los IXP se han convertido en componentes fundamentales de las infraestructuras de Internet nacionales y regionales, mucho más que su propósito técnico original.

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Otro factor fundamental de su éxito es la infraestructura subyacente en la región donde se desarrollan los IXP. En áreas con infraestructura de red limitada o antigua, como despliegues de fibra óptica insuficientes, los servicios siguen siendo escasos y por ende la motivación para los operadores disminuye. En estos contextos, el primer paso debe ser construir los servicios de conectividad fundacionales, que funcionan como “caminos” hacia el IXP. Sin estas estructuras habilitantes, atraer la participación es muy difícil. Sin embargo, una vez establecidas, estas vías permiten un flujo eficiente de servicios y fomentan el crecimiento orgánico del IXP.
En este ecosistema, la interdependencia funcional se convierte en una impulsora clave. Cuando los intereses de los participantes se alinean y la plataforma ofrece un valor evidente, atraer nuevas redes es más fácil. Pero participar no es un único hito, sino que es un proceso continuo. Los IXP deben trabajar activamente para mantener el interés, proporcionar valor continuo y adaptarse a las necesidades cambiantes. Esto significa proveer tanto ventajas operacionales claras, como el ahorro de costos y mejoras del desempeño y un entorno dinámico e inclusivo que fomente la innovación y colaboración.
En este proceso, la transparencia es esencial. Los IXP deben mantener una comunicación constante y abierta con sus miembros, no solo sobre los desarrollos técnicos, sino también con relación a la gobernanza y cambios de políticas. Esto refuerza la confianza y los lazos dentro de la comunidad y ayuda a asegurar la participación a largo plazo.
Las opiniones expresadas por los autores de este blog son propias y no necesariamente reflejan las opiniones de LACNIC.