Los puntos de intercambio de Internet (IXP) suelen pasarse por alto en los debates sobre infraestructura crítica. Sin embargo, su papel en la estabilidad del enrutamiento, la resiliencia local y la soberanía digital es innegable. En este artículo, analizamos qué sucede cuando fallan los IXP y por qué clasificarlos como infraestructura crítica no es solo una formalidad burocrática, sino una necesidad sistémica.
Cuando fallan los IXP: consecuencias y lecciones aprendidas del mundo real
¿Qué es un IXP y por qué importa?
Un punto de intercambio de Internet es una instalación física de interconexión donde múltiples sistemas autónomos (AS) intercambian tráfico IP. En vez de enrutar el tráfico a través de costosos proveedores upstream, las redes pueden realizar peering directo, reduciendo así los costos, la latencia y la dependencia del tránsito. La mayoría de los IXP consisten en una infraestructura de conmutación de alto rendimiento, servidores de enrutamiento y herramientas opcionales de medición y monitoreo. Más allá de la eficiencia técnica, los IXP fortalecen la resiliencia nacional, mejoran la experiencia del usuario al mantener el tráfico local y sirven como nodos de coordinación críticos en tiempos de crisis. Sin embargo, a pesar de su papel fundamental en la arquitectura de Internet, los IXP suelen operar por fuera de la conciencia pública y de los marcos de políticas. El resultado es que sus vulnerabilidades tienden a subestimarse.
La paradoja de la visibilidad
A pesar de su función fundamental, los IXP suelen ser invisibles tanto en el discurso público como en las políticas sobre infraestructura. Esta “paradoja de la visibilidad” genera tres riesgos sistémicos:
Optimización económica por encima de la resiliencia. El tráfico se enruta cada vez más a través de los principales IXP debido al costo y la eficiencia, concentrando así el riesgo.
Dependencia de las redes más pequeñas. Muchos ISP pequeños dependen de un único IXP para acceder a una conectividad asequible y a los grandes proveedores de contenido.
Centralización topológica. Un puñado de IXP en las mismas ubicaciones físicas transportan cantidades desproporcionadas de tráfico regional, creando así vulnerabilidades estructurales.
Cuando fallan los IXP: ejemplos de la vida real
Analicemos qué pasa cuando falla un IXP. A continuación, presentamos incidentes reales que ilustran las dependencias sistémicas de estos nodos.
Kenia (KIXP): resiliencia con un presupuesto limitado
En el año 2000, el gobierno intentó bloquear el lanzamiento del Punto de Intercambio de Internet de Kenia. Solo una fuerte defensa por parte de la comunidad técnica local logró preservarlo. Desde entonces, KIXP ha reducido los costos de tránsito nacional en más del 70 % y mejorado la estabilidad del enrutamiento a pesar de los recursos limitados.
Sudán: aislamiento nacional total
Durante los apagones de Internet de 2021–2023, la falta de un IXP local robusto en Sudán significó la interrupción incluso del tráfico interno. La falta de interconexión nacional dejó al país completamente dependiente de los enlaces internacionales, que quedaron interrumpidos tanto política como técnicamente.
(Acceso libre, no requiere suscripción)
Fuente: Cloudflare
Brasil (IX.br): redundancia liderada bajo el modelo de múltiples partes interesadas*
Coordinado por CGI.br, IX.br opera IXP en 35 ubicaciones diferentes. Durante el aumento repentino de tráfico que se produjo en 2020 durante la pandemia, su amplia cobertura geográfica ayudó a absorber los enormes aumentos de tráfico. Su modelo demuestra que la coordinación colaborativa y la descentralización fortalecen la resiliencia sistémica.
Alemania (DE-CIX): corte del suministro eléctrico, gran impacto
En 2018, un corte del suministro eléctrico en Interxion FRA5 (que alberga un importante conmutador DE-CIX) provocó un fallo parcial del IXP. La pérdida de visibilidad de BGP resultante afectó rutas en toda Europa. Incluso con redundancia integrada, este incidente puso de manifiesto el hecho de que muchos AS dependían de una única ubicación física.
Fuente: Cloudflare
Brasil (IX.br): redundancia liderada bajo el modelo de múltiples partes interesadas*
Coordinado por CGI.br, IX.br opera IXP en 35 ubicaciones diferentes. Durante el aumento repentino de tráfico que se produjo en 2020 durante la pandemia, su amplia cobertura geográfica ayudó a absorber los enormes aumentos de tráfico. Su modelo demuestra que la coordinación colaborativa y la descentralización fortalecen la resiliencia sistémica.
Alemania (DE-CIX): corte del suministro eléctrico, gran impacto
En 2018, un corte del suministro eléctrico en Interxion FRA5 (que alberga un importante conmutador DE-CIX) provocó un fallo parcial del IXP. La pérdida de visibilidad de BGP resultante afectó rutas en toda Europa. Incluso con redundancia integrada, este incidente puso de manifiesto el hecho de que muchos AS dependían de una única ubicación física.
Reino Unido (LINX): reconvergencia a gran escala
En 2021, un fallo de software en LINX provocó una reconvergencia masiva del tráfico que afectó especialmente a los AS más pequeños. Si bien el enrutamiento se recuperó, la inestabilidad temporal provocó una degradación del desempeño y mostró cómo los eventos en los IXP se propagan en cascada más allá de las fronteras.
Países Bajos (AMS-IX): colapso del tráfico
En noviembre de 2023, AMS-IX experimentó dos interrupciones del servicio que en total duraron más de cinco horas. Durante la interrupción, el tráfico se redujo de 10 Tbps a 2 Tbps. Los efectos los sintieron todos los proveedores europeos que dependían de este IXP.
Italia (MiX): impacto nacional
El 12 de mayo de 2025, una falla en el punto de intercambio de Internet de Milán (MiX) afectó la “alcanzabilidad” de varios servicios locales, lo que redujo la velocidad y causó interrupciones en todo el país. Esto reforzó el papel fundamental de MiX en la arquitectura de Internet de Italia.
Conclusiones
Los IXP no son simplemente optimizadores técnicos, sino que también son estabilizadores sistémicos.
Una falla en un IXP puede desencadenar problemas de enrutamiento a gran escala, congestión y degradación de los servicios.
La resiliencia de la Internet de un país está estrechamente relacionada con la robustez, la gobernanza y la redundancia de los IXP locales.
IXP y resiliencia: de amortiguador de crisis a soberanía digital
Los IXP como amortiguadores en tiempos de crisis
Cuando se piensa en la resiliencia de Internet, la mayoría de las discusiones giran en torno a los proveedores de backbone, los cables submarinos o la infraestructura de la raíz del DNS. Sin embargo, los puntos de intercambio de Internet (IXP) desempeñan en silencio un papel clave en la protección ante escenarios de crisis, localizando el tráfico y preservando la conectividad crítica, especialmente bajo presión.
Tráfico local, impacto local
Los IXP reducen drásticamente la dependencia de rutas de tránsito de larga distancia. Al permitir que las redes locales intercambien tráfico localmente, habilitan mejoras en la latencia y ofrecen una poderosa ventaja estructural: la autonomía. En tiempos normales, esto significa eficiencia. En tiempos de crisis, desde guerras hasta desastres naturales, esto significa resiliencia. Durante las primeras etapas de la guerra en Ucrania, por ejemplo, los operadores locales pudieron mantener Internet funcionando parcialmente en varias ciudades gracias al peering local. El tráfico que de otro modo hubiera tenido que ser enrutado a través de proveedores de tránsito extranjeros permaneció dentro de los IXP nacionales, reduciendo así su exposición y dependencia. Por el contrario, los países con ecosistemas de peering subdesarrollados o aquellos donde la interconexión está excesivamente centralizada están más expuestos a la fragilidad del enrutamiento.
Los IXP como amortiguadores
El impacto de los eventos externos como cortes de energía, ciberataques y embargos suele verse amplificado cuando no hay IXP o cuando su gobernanza es deficiente. Veamos algunos ejemplos recientes.
Kenia: en 2023, un apagón interrumpió el acceso a Internet en todo el país. Si bien varios proveedores tenían capacidad internacional redundante, la ausencia de un peering local robusto hacía que el tráfico local dependiera de rutas externas, lo que degradaba el desempeño y la alcanzabilidad.
Sudán: los cortes recurrentes y los apagones impuestos por el estado han demostrado que las dependencias internacionales centralizadas dificultan la restauración. Un ecosistema local más sólido con IXP podría haber ayudado a mitigar el aislamiento.
Península Ibérica (2025): un importante apagón hizo que el tráfico de Internet de Portugal se redujera hasta en un 90 %. Aunque también fue afectado, el tráfico de España resistió mejor, en parte gracias a la mayor presencia de sus IXP, entre ellos DE-CIX España y Espanix con sede en Madrid.
Estos casos demuestran que los IXP no solo enrutan paquetes, sino que también amortiguan o absorben impactos.
Soberanía estratégica
Más allá de la resiliencia, los IXP desempeñan un papel menos obvio pero igualmente fundamental: la soberanía digital. Un país con una infraestructura de IXP sólida y neutral:
es menos dependiente de proveedores upstream extranjeros,
puede aplicar las políticas de seguridad nacional con mayor eficacia,
visibiliza los patrones de tráfico locales, y
habilita el desarrollo regional y el acceso inclusivo.
El conflicto ruso-ucraniano lo subrayó. En Rusia, la centralización a nivel de políticas estuvo acompañada de una reestructuración de la infraestructura de control de los IXP. Por otro lado, Ucrania, convirtió la necesidad de descentralizar la red y de contar con planes de recuperación ágiles en un requisito de supervivencia. En Brasil, los debates en torno a la neutralidad de la red y el peering nacional han llevado a iniciativas para fortalecer a IX.br como un pilar de la soberanía, no solo del desempeño.
El riesgo del peering centralizado
La soberanía y la resiliencia están en riesgo cuando la infraestructura de IXP se concentra en una única entidad, especialmente cuando no existen controles regulatorios ni una gobernanza abierta. Los riesgos incluyen:
puntos únicos de fallo técnico,
abuso de posiciones dominantes en el mercado,
efecto de dependencia en el caso de las redes más pequeñas,
observabilidad de datos limitada para los CERT e investigadores nacionales.
Un ecosistema con múltiples IXP gobernado por procesos transparentes y modelos federados reduce estos riesgos. La neutralidad no es solo un principio, sino que es una necesidad estructural.
Reconocer a los IXP como infraestructura crítica: qué debe cambiar
A pesar de su papel central en la estabilidad del enrutamiento y la interconexión local, los puntos de intercambio de Internet rara vez se clasifican o se tratan como infraestructura crítica. Esta brecha crea puntos ciegos regulatorios y fragilidad operativa, especialmente en países donde un solo IXP domina el intercambio de tráfico a nivel nacional. En esta última parte, analizaremos los marcos de gobernanza, de políticas y operativos que deben evolucionar para asegurar que los IXP sean reconocidos y respaldados como la columna vertebral resiliente que son.
Gobernanza: la transparencia por delante de la escala
Muchos IXP comienzan siendo pequeños, a menudo como esfuerzos de colaboración entre ISP, universidades o ONG locales. Sin embargo, a medida que crecen, su modelo de gobernanza podría permanecer informal u opaco. Esto genera riesgos cuando aumenta la concentración del tráfico.
Los principios críticos de gobernanza de los IXP deberían incluir:
Propiedad neutral (ninguna entidad comercial única debería tener poder de veto);
Directorios con representantes de múltiples partes interesadas, incluidos operadores, instituciones académicas y la sociedad civil;
Publicación de estadísticas de tráfico, políticas de membresía y modelos de precios; y
Planes de recuperación claros e infraestructura redundante.
Sin ellos, los IXP se convierten en puntos únicos de fallo invisibles, tanto desde el punto de vista técnico comoinstitucional.
Higiene técnica: seguridad y observabilidad del enrutamiento
Para que los IXP sean resilientes, también deben ser seguros y observables. Esto incluye:
Filtrado obligatorio del servidor de rutas con validación de prefijos y AS-path,
Filtrado basado en RPKI y compatibilidad con herramientas de monitoreo del BGP,
Vistas públicas en Looking Glass o IXP Manager, y
Participación en el Programa MANRS para IXP.
Estos no son extras “deseables”. En un mundo de fugas, secuestros y ataques dirigidos de BGP, son requisitos básicos. Una mayor observabilidad también permite a los CERT y los investigadores nacionales actuar con mayor rapidez durante un incidente, desde errores de enrutamiento hasta ataques DoS que afectan a redes conectadas al IXP.
Políticas: del reconocimiento a la resiliencia
Muy pocas legislaciones nacionales incluyen a los IXP en sus listas de infraestructura crítica, ya que suelen enfocarse en los sistemas de cableado físico, centros de datos o infraestructura de DNS. Sin embargo, el valor estratégico de los IXP exige su inclusión en:
estrategias nacionales de ciberseguridad,
marcos regulatorios para la resiliencia de las redes (por ejemplo, las directivas NIS2 y CER), y
programas de financiamiento para la preparación ante desastres y auditorías de la infraestructura.
A nivel de la Unión Europea, los IXP podrían ser reconocidos en programas de infraestructura transfronteriza como CEF Digital, o monitoreados en el marco de las estrategias de protección de la infraestructura crítica (CIIP) de ENISA.
Un modelo federado para la resiliencia continental
El ecosistema de IXP europeo es denso pero fragmentado. Esto no es un cuello de botella sino una fortaleza, aunque también implica un desafío de coordinación. Proponemos:
Un Observatorio Europeo de Resiliencia de los IXP, que reúna a RIPE NCC, Euro-IX, ENISA y los operadores.
Un marco de respuesta a incidentes común para interrupciones dirigidas a los IXP.
Auditorías opcionales y monitoreo federado de las prácticas de los servidores de rutas.
Esto no significa reemplazar la gobernanza existente. Significa fortalecerla, de la misma manera que los propios IXP fortalecen a Internet.
Reflexiones finales
Los IXP no son “solo conmutadores”. Son bienes de interconexión comunes que respaldan no solo el tráfico, sino también los valores de la propia Internet: apertura, descentralización y colaboración. Reconocerlos como infraestructura crítica no es un gesto simbólico. Es una necesidad técnica. Tratar a los IXP como estabilizadores sistémicos significa invertir en su resiliencia, gobernanza y neutralidad. Desde la red local que mantiene conectada a una pequeña ciudad durante un apagón, hasta la coordinación a nivel continental que protege a regiones enteras de las crisis geopolíticas, los IXP son garantes silenciosos de la continuidad. Su impacto se visibiliza cada vez que los paquetes permanecen locales en lugar de atravesar océanos, cada vez que una crisis se absorbe en vez de amplificarse. Para asegurar el futuro de Internet, es necesario que los IXP formen parte de las estrategias nacionales de resiliencia, que los respalde una gobernanza transparente y que se integren en los esfuerzos de soberanía digital europeos. Esto incluye reconocimiento regulatorio, financiamiento para su redundancia y marcos de colaboración transfronteriza. En un momento en que la conectividad es crítica para todos los aspectos de la sociedad —economía, democracia, seguridad—, ignorar a los IXP significa dejar un punto ciego en nuestras defensas colectivas. Una Internet resiliente no es posible sin IXP resilientes. El camino a seguir no es centralizar más tráfico en menos ubicaciones, sino construir puntos de interconexión diversos, neutrales y bien gobernados que reflejen la misma descentralización que llevó al éxito de Internet.
*Modificado el 6 de agosto de 2025.
Las opiniones expresadas por los autores de este blog son propias y no necesariamente reflejan las opiniones de LACNIC.
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Ivan Zilić Schmidt
3 months ago
Sobre la necesidad real de regulación
• ¿Realmente es necesario regular algo que ya opera con eficiencia y estabilidad?
• Los grandes IXP cuentan con modelos técnicos, comerciales e institucionales muy maduros: ¿qué valor concreto aportaría intervenirlos?
Sobre resiliencia y redundancia
• ¿No debería evaluarse la resiliencia en términos de rutas alternativas y redundancia multi-proveedor, más que por la cantidad de IXPs existentes?
• Dado que los IXP operan bajo un esquema B2B, ¿no sería más razonable exigir a los ISPs —que sí operan B2C— la redundancia suficiente para no depender de un único punto de intercambio?
Sobre el alcance y la equidad de la regulación
• ¿Habría que regular también a los Tier 1 o a los grandes proveedores de contenido, que concentran tanto o más poder que un IXP?
• ¿No es previsible que ciertas políticas terminen derivando en subsidios encubiertos que distorsionen la competencia y la neutralidad?
Sobre viabilidad y masa crítica
• ¿Cómo se justifica promover federaciones de IXP en territorios con densidad de población menor a 1 habitante/km², cuando su viabilidad depende —entre otros factores— de masa crítica y densidad?
• ¿Qué métricas objetivas respaldan la creación de nuevos IXPs en mercados con tráfico local mínimo?
Sobre modelos de propiedad, gobernanza y riesgo de politización
• ¿Por qué la propiedad de un IXP no podría estar en manos de una entidad comercial, siempre que cumpla estándares estrictos de neutralidad y calidad?
• ¿Bajo qué criterios objetivos sería preferible un modelo de gobernanza sobre otro, si el resultado técnico y operativo es equivalente?
• ¿No aumenta la intervención regulatoria el riesgo de politizar la gestión de un IXP o de abrir la puerta a la captura por intereses no técnicos?
Sobre competencia e innovación
• Si el problema es la concentración, ¿no sería más efectivo atacar las barreras de entrada y promover competencia, en lugar de regular un modelo ya maduro?
• ¿Qué incentivos tendrían los operadores para innovar si todo se define por reglamento?
⸻
Reflexión final
La verdadera resiliencia no nace de imponer más capas regulatorias, sino de permitir que la infraestructura evolucione con flexibilidad, diversidad de modelos y un enfoque en la eficiencia real. Regular por inercia es el camino más rápido hacia la rigidez, la pérdida de incentivos y el estancamiento de la innovación.
Gracias por el comentario y por haber planteado preguntas tan pertinentes. Compartimos la idea de que muchos IXP hoy operan con eficiencia y madurez, y que la diversidad de modelos debe preservarse. El punto aquí no es imponer rigideces regulatorias —somos los primeros en decirlo—, sino reconocer que los IXP, al igual que los cables submarinos o los centros de datos, cumplen una función sistémica y que su resiliencia no puede basarse únicamente en las buenas prácticas voluntarias.
Luego, la redundancia multiproveedor es fundamental, pero la experiencia demuestra que cuando un IXP entra en crisis los efectos se propagan más allá de la responsabilidad de un solo ISP. Por eso hablamos de transparencia en la gobernanza, neutralidad verificable y mecanismos mínimos de observabilidad. Reiteramos con firmeza el no a los subsidios y a cualquier forma de control político.
Por último, en los territorios de baja densidad la sostenibilidad es ciertamente un desafío: de ahí surge la idea de federaciones o modelos compartidos, no como dogma, sino como opción técnica y económica. En definitiva, más que sobrerregular, el objetivo sería dar visibilidad a estos nodos y garantizar que puedan seguir siendo motores de eficiencia, competencia e innovación, incluso en escenarios de crisis.
Muchas gracias por tu respuesta tan clara y constructiva. Coincido plenamente en la relevancia de mantener estándares de transparencia y observabilidad, pero creo que debemos ser especialmente prudentes tanto en el contenido como en la forma de lo que decimos y publicamos. Alguien sin comprensión profunda de cómo funcionan las redes —y en particular los IXP— podría interpretar estas ideas como una invitación a regular, y terminar generando más daño que beneficio.
También me parece fundamental subrayar que cada IXP es un mundo en sí mismo, inserto en una ciudad, un país y un continente con realidades y desafíos únicos. Pretender aplicar una misma receta en todos los casos es desconocer esa diversidad. Justamente la riqueza del ecosistema radica en que no existe un one size fits all, sino que la resiliencia y la eficiencia se construyen a partir de contextos locales, capacidades específicas y modelos diversos.
En ese sentido, el desafío no es uniformar, sino preservar la flexibilidad para que cada IXP y cada entorno digital pueda evolucionar de acuerdo a su propia realidad, siempre dentro de un marco de confianza y neutralidad.
Sobre la necesidad real de regulación
• ¿Realmente es necesario regular algo que ya opera con eficiencia y estabilidad?
• Los grandes IXP cuentan con modelos técnicos, comerciales e institucionales muy maduros: ¿qué valor concreto aportaría intervenirlos?
Sobre resiliencia y redundancia
• ¿No debería evaluarse la resiliencia en términos de rutas alternativas y redundancia multi-proveedor, más que por la cantidad de IXPs existentes?
• Dado que los IXP operan bajo un esquema B2B, ¿no sería más razonable exigir a los ISPs —que sí operan B2C— la redundancia suficiente para no depender de un único punto de intercambio?
Sobre el alcance y la equidad de la regulación
• ¿Habría que regular también a los Tier 1 o a los grandes proveedores de contenido, que concentran tanto o más poder que un IXP?
• ¿No es previsible que ciertas políticas terminen derivando en subsidios encubiertos que distorsionen la competencia y la neutralidad?
Sobre viabilidad y masa crítica
• ¿Cómo se justifica promover federaciones de IXP en territorios con densidad de población menor a 1 habitante/km², cuando su viabilidad depende —entre otros factores— de masa crítica y densidad?
• ¿Qué métricas objetivas respaldan la creación de nuevos IXPs en mercados con tráfico local mínimo?
Sobre modelos de propiedad, gobernanza y riesgo de politización
• ¿Por qué la propiedad de un IXP no podría estar en manos de una entidad comercial, siempre que cumpla estándares estrictos de neutralidad y calidad?
• ¿Bajo qué criterios objetivos sería preferible un modelo de gobernanza sobre otro, si el resultado técnico y operativo es equivalente?
• ¿No aumenta la intervención regulatoria el riesgo de politizar la gestión de un IXP o de abrir la puerta a la captura por intereses no técnicos?
Sobre competencia e innovación
• Si el problema es la concentración, ¿no sería más efectivo atacar las barreras de entrada y promover competencia, en lugar de regular un modelo ya maduro?
• ¿Qué incentivos tendrían los operadores para innovar si todo se define por reglamento?
⸻
Reflexión final
La verdadera resiliencia no nace de imponer más capas regulatorias, sino de permitir que la infraestructura evolucione con flexibilidad, diversidad de modelos y un enfoque en la eficiencia real. Regular por inercia es el camino más rápido hacia la rigidez, la pérdida de incentivos y el estancamiento de la innovación.
Gracias por el comentario y por haber planteado preguntas tan pertinentes. Compartimos la idea de que muchos IXP hoy operan con eficiencia y madurez, y que la diversidad de modelos debe preservarse. El punto aquí no es imponer rigideces regulatorias —somos los primeros en decirlo—, sino reconocer que los IXP, al igual que los cables submarinos o los centros de datos, cumplen una función sistémica y que su resiliencia no puede basarse únicamente en las buenas prácticas voluntarias.
Luego, la redundancia multiproveedor es fundamental, pero la experiencia demuestra que cuando un IXP entra en crisis los efectos se propagan más allá de la responsabilidad de un solo ISP. Por eso hablamos de transparencia en la gobernanza, neutralidad verificable y mecanismos mínimos de observabilidad. Reiteramos con firmeza el no a los subsidios y a cualquier forma de control político.
Por último, en los territorios de baja densidad la sostenibilidad es ciertamente un desafío: de ahí surge la idea de federaciones o modelos compartidos, no como dogma, sino como opción técnica y económica. En definitiva, más que sobrerregular, el objetivo sería dar visibilidad a estos nodos y garantizar que puedan seguir siendo motores de eficiencia, competencia e innovación, incluso en escenarios de crisis.
Muchas gracias por tu respuesta tan clara y constructiva. Coincido plenamente en la relevancia de mantener estándares de transparencia y observabilidad, pero creo que debemos ser especialmente prudentes tanto en el contenido como en la forma de lo que decimos y publicamos. Alguien sin comprensión profunda de cómo funcionan las redes —y en particular los IXP— podría interpretar estas ideas como una invitación a regular, y terminar generando más daño que beneficio.
También me parece fundamental subrayar que cada IXP es un mundo en sí mismo, inserto en una ciudad, un país y un continente con realidades y desafíos únicos. Pretender aplicar una misma receta en todos los casos es desconocer esa diversidad. Justamente la riqueza del ecosistema radica en que no existe un one size fits all, sino que la resiliencia y la eficiencia se construyen a partir de contextos locales, capacidades específicas y modelos diversos.
En ese sentido, el desafío no es uniformar, sino preservar la flexibilidad para que cada IXP y cada entorno digital pueda evolucionar de acuerdo a su propia realidad, siempre dentro de un marco de confianza y neutralidad.