Un recorrido por las cuatro dimensiones de éxito de Internet
21/04/2022
Internet es “atacado” continuamente a través de diferentes acciones. Como las regulaciones que impiden el desarrollo de modelos de negocio innovadores para favorecer la conectividad de comunidades ignoradas, o por regulaciones que pretenden atacar problemas reales pero que tienen como verdadera intención ser un instrumento de control y de coerción, o por la voracidad de conglomerados globales que, en su afán por obtener más, minan la confianza que la sociedad tiene en Internet.
Hace algunos meses desarrollamos un estudio de Internet de manera conjunta con APNIC, nuestra organización hermana de Asia Pacífico. En dicho estudio buscábamos identificar cuáles de los principios técnicos establecidos en el diseño original de Internet permanecían en nuestra Internet actual y en qué medida. No sólo encontramos que todos ellos están presentes de alguna u otra forma, sino que dichas decisiones han sido fundamentales en el éxito de Internet durante más de 50 años.
Identificamos cuatro dimensiones a las que estos principios técnicos habían impactado: Flexibilidad, Resiliencia, Escalabilidad y Adaptabilidad. Es decir, la gran mayoría de aquellas decisiones adoptadas en el diseño original de Internet, tuvieron un impacto significativo en alguna(s) de estas dimensiones. Fueron decisiones conscientes y cruciales para el desarrollo de Internet, no libradas al azar.
Al definir un modelo de arquitectura basado en capas, la red puede ser agnóstica a la tecnología utilizada en los dispositivos de los usuarios o incluso al medio para conectarlos en la última milla. Con ello Internet ha gozado de esta flexibilidad impresionante para conectar diferentes redes y muy diversas tecnologías. Los protocolos fundamentales (TCP/IP) son pieza esencial para propiciar que hoy puedan convivir aplicaciones definidas hace 40 años, pero al mismo tiempo nuevas aplicaciones basadas en Internet de las cosas (IoT) o aplicaciones para blockchain. Al mismo tiempo, durante la pandemia hemos sido testigos de la manera en que el tráfico se comportó (video en tiempo real) y cómo la adaptabilidad de los protocolos de Internet posibilitó este comportamiento.
Si bien Internet no fue diseñado originalmente con mecanismos robustos de seguridad, su diseño ha permitido que se introduzcan mecanismos cada vez más seguros en diferentes elementos de la red (en el DNS, en el ruteo, en la navegación, en el almacenamiento de información, etc.) que permiten que Internet pueda mantener su capacidad de operación a pesar de los desafíos que sufre su infraestructura todos los días, mostrando una extraordinaria resiliencia.
Por último, es una tecnología que ha mostrado un crecimiento sin igual; ninguna otra tecnología ha logrado conectar a tanta gente ni a tantos dispositivos en la historia de la humanidad como Internet, demostrando con ello su escalabilidad. Inclusive a inicios de la pandemia pudimos ver, en diferentes puntos de la red, crecimientos de diversos órdenes de magnitud y en cuestión de días, algo que ninguna otra tecnología ha podido experimentar sobre todo en una etapa de madurez como ésta.
Por lo anterior, es importante que quienes participamos del desarrollo de Internet, ya sea a través de las organizaciones de la comunidad técnica, en entidades regulatorias de estas tecnologías, o desde las empresas que llevan conectividad a los diferentes rincones de la región, vigilemos que este desarrollo se presente de manera adecuada. Y además asegurarnos que siga siendo este Internet, pues es el único que ha demostrado suficiente Flexibilidad, Adaptabilidad, Resiliencia y Escalabilidad para atender las diversas necesidades de la sociedad.
Para conocer más sobre este tema los invitamos a participar del panel “Un recorrido por las 4 dimensiones técnicas de Internet” de LACNIC 37, el martes 3 de mayo.
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