Un regreso triunfal: el rol de Internet satelital en la conectividad regional
14/05/2024
En el panel “El rol de Internet satelital en la conectividad regional”, llevado a cabo en el marco de LACNIC 41, contó con la moderación de Carlos Martínez Cagnazzo – Gerente de Tecnología de LACNIC y la participación de Elaine Izquierdo (Panamá) – Head of Satellite Engineering at UFINET, Alejandro Guerra Najar (Colombia) – VP of Sales LATAM & Caribbean Eutelsat OneWeb y Carlos Eduardo Chhab (Argentina) – Director de Asuntos internacionales de Asociación de profesionales y entidades en nuevas tecnologías (APRENT). Durante el mismo, se analizó cómo en medio del crecimiento y avance de la conectividad a Internet, Internet satelital aparece nuevamente como uno de los principales protagonistas con rápida expansión y accesibilidad.
Martínez comenzó explicando que luego de un auge a fines de los años 90s, los satélites quedaron de lado en términos de vehículos de conexión a Internet y en beneficio de los cables submarinos, que ofrecían en ese momento ventajas como baja latencia y menor precio por megabit.
“Desde hace unos años estamos volviendo a hablar de satélites. De la misma forma que hablamos de cables submarinos queremos seguir investigando las maneras en las que construimos Internet y por qué esta vuelta a los satélites”, destacó.
En cuanto a cómo ha evolucionado la industria de los satélites en estos últimos 10 años Chabb explicó la diferencia entre la órbita geoestacionaria u órbita GEO (se sitúa a 35.786 kilómetros de la superficie terrestre con período orbital de 24 horas, en ella se ubican todos los satélites que proveen internet, televisión, telefonía y otros datos a diferentes regiones del planeta). Destacó que luego apareció la órbita MEO u órbita circular intermedia que se halla entre los 2.000 y 36.000 kilómetros de altura con periodo orbital promedio de 12 horas y donde se sitúan los satélites de observación, defensa y posicionamiento, las redes satelitales de GPS, entre otros.
Más tarde llegó la órbita LEO u órbita baja, una amplia franja que se sitúa entre los 160 y los 2.000 kilómetros de altura donde los objetos se mueven a gran velocidad respecto de la superficie terrestre, por lo cubren una órbita completa en pocos minutos o pocas horas. Aquí se sitúan la Estación Espacial Internacional y la mayoría de los satélites meteorológicos de observación y muchos satélites de comunicaciones: “Lo interesante es que a medida que uno baja a la altura de los satélites consigue una mayor eficiencia: más megabits por megahertz”, puntualizó.
Luego profundizó en las frecuencias satelitales más usadas. La banda C que ofrece gran cobertura, es inmune a la lluvia y cuenta con antenas más grandes y costosas. La banda Ku ideal para transmisiones de video con antenas pequeñas mayor capacidad y que se ve afectada por la lluvia y por último la banda Ka ideal para conectividad de Internet por su gran capacidad, antenas muy pequeñas, permite haces muy pequeños y más reusos de la misma frecuencia, pero se ve afectada por la lluvia.
Guerra Najar destacó las principales evoluciones tecnológicas de los satélites, por ejemplo, que en su construcción se pasó de sistemas de propulsión química a all electric. “Esto nos da una mayor longevidad en el arco geoestacionario. La evolución multi órbita también ha venido progresando en estos últimos años: si bien los LEO tenían un rol en la observación de la Tierra -entre otras aplicaciones-, hoy tenemos constelaciones grandes operativas y algunas más por venir con una capacidad importante de conectividad”.
Otro dato importante desde el punto de vista de la interconexión de satélites son los desarrollos ópticos. “No necesitamos venir a la Tierra (los gateways) para intercomunicarnos sino que a nivel espacial existe comunicación cercana a un terabite y eso es parte del crecimiento de nosotros como industria”, reflexionó.
También destacó la evolución de los modelos de negocios, “desde comunicaciones clear channel hacia la posibilidad actual de hacer reuso de frecuencia y ser mucho más competitivos desde el punto de vista del coste por megabit, sobre todo con la banda Ka”.
Izquierdo por su lado destacó los cambios en los últimos años en las estaciones terrenas que aceptan la capacidad satelital. “Esto ha mejorado la eficiencia económica y ha permitido que esta tecnología sea más accesible y se pueda masificar más a zonas de difícil acceso, principalmente por el cambio de estándar satelital (de DVB-S a DVB-S2 a DVB-S2X) que permite hasta el triple de capacidad satelital con la misma cantidad de megahertz”.
Asimismo, indicó que las nuevas bandas que entraron en operación han mejorado. “15 años atrás no se pensaba que fuera posible utilizar banda Ku en zonas como Panamá, bastantes boscosas y con muchas lluvias pero la tecnología ha avanzado y ha mejorado la pérdida de la señal por cuestiones climáticas”
La especialista también agregó que hoy “puedes estar conectada a una terminal satélite LEO y estarás accediendo a Internet gracias a 50 satélites que han pasado por encima de donde tú estás colocado” y destacó la facilidad de instalación de estas terminales a diferencia de los satélites geoestacionarios.
Guerra Najar agregó que en el caso de los LEO, su eficiencia mejoró porque la arquitectura se volvió un poco más compleja, con un componente en Tierra mayor para poder obtener una sincronía en la señal desde una unidad terminal y a medida que el satélite va transitando de Sur a Norte del Norte al Sur. “Mientras la constelación está más cercana a la Tierra vamos a tener múltiples puntos de gateways o repetidores a lo largo de esas coberturas, lo que quiere decir que a lo largo del día la unidad terminal va a contactar múltiples satélites, tal vez 50 satélites para garantizar su conectividad”
Respecto de la latencia, explicó que lo que están tratando de hacer es acercarse a la experiencia de la fibra óptica o de los cables submarinos en la transmisión de datos. “La constelación OneWeb permite alrededor de un terabit por segundo que puede llegar a 10 o 100 terabits de capacidad. Lo importante es que pasamos de decenas de satélites a miles de satélites”, comentó.
Chabb se refirió a la red de constelación de satélites de Project Kuiper de Amazon (que está todavía en etapa despliegue de desarrollo) a aproximadamente 350 km de altura con una latencia aproximada de 50 milisegundos con más de 3200 satélites en banda Ka para conectividad de Internet de alta velocidad. “Dicen que va a haber tres tipos de terminales: una un poquito más grande que un Kindle de 100 megabits, una segunda opción bastante más grande que da posibilidades de 300, 400 megabits por segundo y después una antena profesional con un terabit”.
Los satélites de la constelación de Starlink (Space X) por su parte, funcionan en la banda Ku. “Se espera al final del despliegue tener 12. 000 satélites a 550 km de altura, estamos hablando de una latencia de varias decenas de milisegundos que dicen que pueden bajar aún más en órbitas más bajas” y agregó: “A costos muy razonables prácticamente no tiene competencia en áreas rurales o en áreas montañosas donde no hay posibilidad de hacer otros despliegues”.
La geografía de la región, con multitud de zonas montañosas o de difícil acceso, regiones insulares y grandes desiertos y selvas densas hace que el despliegue terrestre sea muy difícil en muchos casos.
Justamente respecto a su utilidad para América Latina, Izquierdo comentó que por su geografía es posible implementar sistemas multipunto cuya instalación requiere una baja inversión (menos de USD 2000) comparada por ejemplo a montar una torre en un sitio rural o un área montañosa o implementar un servicio de fibra de varios kilómetros. “Además es un servicio confiable porque el sitio central de donde proviene la señal está en la estratosfera, es poco probable que le ocurra algo o que tenga un corte en el servicio por ejemplo por catástrofes ambientales ”, agregó. Entre los servicios que más se demandan en la región para esta tecnología están los servicios de telemedicina, educación a distancia, conexión celular a sitios muy remotos o hotspots para masificar el acceso a internet en las zonas rurales.
Por último, Guerra Najar destacó que cerca del 30% de sus ingresos como compañía vienen del in flight connectivity para aviones y barcos. “Se trata de un mercado de gran oportunidad para nosotros como operadores, no existe otra forma de conectar transporte en movimiento” y destacó asimismo que los programas de inclusión social donde se articula gobierno y operadores también son su foco en países como Panamá, Brasil, México, Colombia y Perú, en las cuales se han desplegado miles estaciones satelitales para intentar cerrar la brecha digital.
En cuanto al futuro de la industria, según Chabb, no solamente va a haber una terminación del despliegue de nuevas constelaciones sino que habrá que reponer los satélites de baja órbita, de menor vida útil. “También auguro menores niveles de latencia y más reuso de frecuencia. Sé además de primera mano que hay lugar para tres constelaciones y media de satélites más. Vamos a tener más satélites o al menos más cantidad y mucho más megabits por segundo”.
También mencionó un uso cada vez más frecuente de IoT con terminales baratas pequeñas y con poca velocidad y también propulsión eléctrica y comunicaciones ópticas mejoradas, paneles solares más eficientes y nuevas bandas de frecuencia que están muy por arriba y darán velocidades prácticamente de comunicaciones ópticas.
Guerra Najar augura una industria con jugadores más concentrados y la llegada de compañías que no invertían en el mercado espacial (Amazon y Space X). “Es una buena señal porque como industria vamos a evolucionar más rápido”. Por otro lado mencionó que el video y el IP convergen “hacia el mismo camino” y allí “ hay una sinergia entre nosotros como operadores satelitales y el resto de los operadores”. También señaló que el reto que tienen como industria es mejorar desde el modelo de negocios. “Van a venir diferentes capas de valor y hay una oportunidad de negocio en los próximos 10 años para todos los que estamos dispuestos a agregar mucho valor sobre la conectividad”
Para cerrar, Izquierdo también estimó mayor integración de los satélites LEO con las redes terrestres lo cual se traducirá en una mayor flexibilidad en el desarrollo de aplicativos para diferentes mercados e industrias.
Puedes ver el panel completo aquí
Las opiniones expresadas por los autores de este blog son propias y no necesariamente reflejan las opiniones de LACNIC.